La central nuclear de Ascó, que acogió recientemente la misión de seguimiento del programa SALTO del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y la de Vandellòs II tienen una prórroga del Gobierno para operar, al menos, hasta 2030 después de un exhaustivo proceso de evaluación y cumpliendo los mejores estándares internacionales de seguridad y fiabilidad de la industria.
El informe reveló que el 85 % de las recomendaciones que se dictaron en 2021 se han cumplido. Martín Marchena, líder de la misión de seguimiento del OIEA, destacó que “la planta ha logrado mejoras significativas”, de igual forma que alentó a “implementar todas las actividades para una operación a largo plazo segura”.
A su vez, Cristina Les, subdirectora de Instalaciones Nucleares del CSN, destacó que “el fin de esta misión es una muestra del compromiso de ANAV por mantener la operación de sus centrales dentro de los más altos estándares de seguridad hasta el último día de su vida útil”.
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