Canadá, con la cuenca de Athabasca, dispone de una reserva de uranio de alta ley que podría ayudar al país a desempeñar un papel vital como proveedor de combustible en las próximas décadas, extrayéndolo de las minas y enriqueciéndolo para los reactores de fisión nuclear.
Un informe de la BBC revela que Canadá es el segundo mayor productor mundial de uranio y es que, según cifras de 2022, el país registró 7.400 toneladas de producción de uranio en sus minas. Una cifra que, a pesar de ser un tercio de lo que Kazajstán produjo en el mismo año, puede aumentar en los próximos años.
Países de la Unión Europea y Estados Unidos están duplicando sus esfuerzos invirtiendo en energía nuclear. De esta forma, se abre una gran oportunidad para Canadá teniendo en cuenta que Kazajistán no enriquece el uranio que extrae y los países dependen de Rusia y China.
El país canadiense cuenta con los conocimientos tecnológicos necesarios para suministrar uranio enriquecido. Una vez que las minas adicionales estén operativas, su contribución al suministro mundial podría aumentar del 13 al 25 %, lo que lo convertiría en el proveedor preferido de los EE. UU., la Unión Europea y muchas otras naciones.
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