Después de extensas negociaciones, el Consejo Europeo ha acordado reformar el mercado eléctrico de la UE, incluyendo las plantas nucleares existentes en la propuesta. Esto podría llevar a que Francia abandone un plan que obligaba a la empresa de servicios públicos EDF a vender parte de su energía nuclear a competidores a precios por debajo del mercado.
La reforma busca reducir la dependencia de los precios de los combustibles fósiles en la electricidad, proteger a los consumidores de aumentos de precios y promover las energías renovables. También se pretende mejorar la protección del consumidor y aumentar la estabilidad a largo plazo del mercado eléctrico mediante acuerdos de compra de energía y contratos de diferencia.
El acuerdo establece que los contratos de diferencia a dos bandas (CfD) serán el modelo utilizado en proyectos de energía eólica, solar, geotérmica, hidroeléctrica y nuclear con financiación pública a largo plazo. Se eliminará la naturaleza temporal de los mecanismos de capacidad, medidas de apoyo que los Estados miembros pueden introducir para remunerar a las centrales eléctricas y garantizar la seguridad a medio y largo plazo del suministro de electricidad.
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