La cuenta atrás para solicitar el cierre de la primera planta ya ha comenzado y las consecuencias ya se están haciendo notar. Un estudio, elaborado por Contexto, la unidad de inteligencia de LLYC (Llorente y Cuenca), y coordinado por Jordi Sevilla, expresidente de Red Eléctrica (REE), y Alberto Carbajo, ex director general de Operaciones de REE, advierte del riesgo de estabilidad en el suministro eléctrico.
Sevilla ha alertado de que “no hay ninguna razón lógica” sobre el cierre de las centrales. “No solo vamos a contracorriente de lo que se está haciendo en el resto del mundo, que es ampliar su vida útil o invertir en nuevas centrales, sino que peligra la estabilidad del sistema eléctrico”, ha avisado.
El fin de las nucleares, para el informe, no solo debería ser una cuestión ideológica, sino también técnica. “Hay consideraciones técnicas de gestión de un sistema eléctrico complejo que no puede garantizar el suministro si depende solo de tecnologías que carecen de inercia y cuya generación es intermitente”, señala Carbajo.
La central de Almaraz es el principal suministro eléctrico de Madrid por cercanía, “pero es lo mismo para Valencia y Cataluña cuando les llegue el turno de sus centrales”, puntualiza Jordi Sevilla. Además, “si hubiera un problema de estabilidad del sistema eléctrico o de suministro, los técnicos de Red Eléctrica ya lo habrían evidenciado, más aún cuando han dado su visto bueno al PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima)”, tal y como destaca Javier Revuelta de AFRY
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