Japón ha comenzado a reducir su dependencia del combustible nuclear ruso, buscando construir una cadena de suministro independiente, una apuesta que previamente han hecho otros países occidentales como Francia y Bulgaria.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Canadá y el propio país nipón firmaron una declaración conjunta que establecía “un mercado global de suministro de uranio resistente y libre de la influencia rusa”. Y es que Rusia es una potencia en enriquecimiento de uranio, un proceso necesario para fabricar combustible nuclear.
La declaración también indicaba que buscarán al menos 4.200 millones de dólares (casi 4.000 millones de euros) en inversiones privadas y gubernamentales en uranio colectivo, capacidad de enriquecimiento y conversión durante los próximos tres años. Los “Cinco de Sapporo”, ciudad que albergó la reunión, acordaron, en definitiva, trabajar juntos para garantizar el suministro de combustible nuclear, reduciendo su dependencia de Rusia.
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