La industria nuclear española ha firmado un manifiesto en el que reclama un diálogo sobre la política de desmantelamiento de las centrales nucleares, recordando que los siete reactores en funcionamiento generan alrededor del 20 % de la electricidad del país. El Gobierno ha fijado el cierre de estos reactores para 2035.
El manifiesto, suscrito por 32 empresas del sector, insta a “iniciar un diálogo y renegociar el acuerdo de 2019 sobre el cierre progresivo de las centrales”. Los firmantes argumentan que “este acuerdo se adoptó en un contexto industrial, geopolítico, social y económico muy distinto al actual” y advierten de que “el tejido industrial no puede ver reducida su competitividad por la decisión de cerrar las centrales, empezando por Almaraz, sin garantizar una alternativa viable que involucre todas las fuentes energéticas libres de CO₂».
Asimismo, el documento subraya que “la energía nuclear debe ser reconocida como una fuente fiable, eficiente y competitiva, con bajas emisiones de carbono, y debe recibir un trato equitativo que incentive la inversión”. Según los firmantes, prolongar la operación de las centrales contribuiría a la sostenibilidad del sistema energético sin comprometer la seguridad del suministro ni la expansión de las energías renovables. Además, reforzaría la independencia geoestratégica del país respecto a otras naciones.
Por último, el manifiesto advierte que “el cierre anticipado de las centrales supondrá un alto coste ambiental y económico, afectando a los ciudadanos y destruyendo miles de empleos en la industria y sectores asociados”. También alerta sobre “la pérdida irreparable de recursos tecnológicos y capital humano, lo que debilitaría la capacidad del país para mantener una infraestructura energética competitiva y sostenible”.
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