La Unión Europea ha levantado las restricciones a las importaciones de alimentos procedentes de Japón, que se habían impuesto tras el accidente nuclear en Fukushima en 2011.
La decisión se basa en los resultados positivos de los controles realizados por las autoridades japonesas y los Estados miembros de la UE, así como en investigaciones científicas que no han encontrado pruebas de que los alimentos de la región de Fukushima sean peligrosos.
Esta recomendación de la UE coincidió, además, con el informe del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que respaldó el plan del Gobierno japonés de verter las aguas de Fukushima al mar, ya que cumple con los estándares internacionales para este tipo de residuos nucleares.
Ver en: Diario Siglo XXI
