Suecia decidió el pasado jueves un plan definitivo de almacenamiento de sus residuos nucleares, convirtiéndose así en el segundo país del mundo, tras Finlandia, en dar ese paso.
La ministra sueca de Medio Ambiente, Annika Strandhäll, declaró que se había concedido el permiso para construir una instalación para empaquetar y almacenar el combustible nuclear gastado en un emplazamiento costero cerca de la central nuclear de Forsmark.
Esta decisión confirma la posición de Suecia como líder mundial en el almacenamiento de residuos nucleares. Finlandia es el único otro país que ha decidido un plan de este tipo y está construyendo una instalación de almacenamiento en Olkiluoto.
El método -denominado KBS3- consistirá en almacenar el combustible nuclear gastado en contenedores de cobre rodeados de arcilla bentonita y colocados en 500 túneles que estarán a 500 metros bajo tierra. El objetivo es mantener los residuos radiactivos aislados durante al menos 100.000 años.
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