Entendemos la independencia energética como la capacidad de un estado de garantizar la disponibilidad de los recursos energéticos necesarios sin depender de terceros países. Esta dependencia puede deberse a diversos factores como las materias primas (como el caso del gas o las tierras raras) de la tecnología (como los diseños) o de procesos (como el enriquecimiento de uranio).
En cualquier caso, es importante entender que la independencia es una cuestión de grado, ya que aunque no se disponga de un material, por ejemplo, la dependencia disminuye si el mismo se encuentra muy repartido en el mundo:
- Materias primas: el deuterio garantiza casi plena disponibilidad para la mayoría de los países, pero la disponibilidad es algo menor en el caso del Litio.
- Tecnología: mientras que la tecnología que se desarrolla en ITER se destina a toda la humanidad, no se puede saber lo que harán con sus hallazgos otros países que tienen sus propios programas de fusión nuclear como China o E.E.U.U.
Procesos: No se espera que sea una limitación, dado que no hay tratados internacionales limitantes.